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¿Qué es el Factoring y qué tipos existen?

Es un término financiero que está ejerciendo de salvavidas a muchas empresas y está cada vez más presente en el ámbito financiero. El ‘factoring’ es el nombre que recibe un instrumento de financiación a corto plazo por el cual una entidad financiera adelanta a una compañía las deudas pendientes de cobro que ésta tiene, adelantándoles un capital que en ocasiones es clave para la supervivencia del negocio. A continuación abordaremos al detalle en qué consiste y qué es el factoring, los aspectos clave como los diferentes tipos de operaciones que se dan y los pros y los contras

Los últimos datos que se tienen de cierre de ejercicio apuntan que el factoring experimentó un crecimiento del 29,3%, registrándose un volumen total de hasta 257.636 millones de euros en cesiones, que es como se tratan estas operaciones en términos financieros. La Asociación Española de Factoring (AEF) está tras esta cifra, siendo una organización puesta en marcha en 1988. Sus cerca de 40 años de actividad evidencian que estamos ante un instrumento con gran arraigo en el sector de la economía. A la cuestión de ‘qué es el factoring’ respondemos en los siguientes ítems, pues se trata de un concepto clave para profesionales de este campo de actividad. 

Definición de Factoring

La AEF ofrece la siguiente definición de factoring: “Se trata de un instrumento financiero dirigido a empresas de todo tipo y que se desarrolla a corto plazo. En paralelo, se prestan otros servicios de gestión, administración y garantía en relación a la posible insolvencia de los deudores de los créditos que fueran concedidos”. Esta es la manera más clara de resolver qué es el factoring, que cumple una función principal y a su vez desarrolla una serie de ayudas a las compañías que requieren de este producto tan especializado. 

¿Cuáles son, por tanto, las aplicaciones y funcionalidades de este instrumento de financiación a corto plazo? 

  1. Asumir el riesgo crediticio de una empresa/sociedad. 
  2. Aceptar el riesgo de cambio, en los casos en los que la deuda se haya dado con moneda extranjera. 
  3. Gestionar cobros de facturas tanto de manera anticipada como recurrentes y en curso.
  4. Administración de la cartera a cobrar.
  5. Llevar a cabo un análisis de los deudores. 
  6. Afrontar la cobertura de insolvencia. 

Estos aspectos dependen del tipo de factoring que se acuerde y esto ha de recogerse por contrato. En estas operaciones es importante incidir en que pueden desarrollarlas cualquier empresa que genere cuentas a cobrar, según destaca la AEF. 

Ventajas de Factoring

Como se deduce del punto anterior, las ventajas del factoring son numerosas y este sistema va más allá de pensar que se trata única y exclusivamente de una cesión de créditos entre empresas/organizaciones/instituciones. Estas son los principales pros de apostar por esta herramienta financiera

  • Las empresas que contratan un servicio de factoring traducen sus ventas en operaciones al contado. Es decir, esto significa que las transacciones comerciales dan lugar a dinero en caja. 

Las pymes suelen ser las que más necesitan de este tipo de instrumentos de financiación, especialmente en momentos de crisis cuando actúan como proveedores y enfrentan dificultades para recibir el pago de las cuentas, que luego se convierten en deudas pendientes. El factoring supone así la posibilidad de que las sociedades cuenten con liquidez inmediata.

  • Evitar el riesgo que conlleva que se den impagos por insolvencia de clientes. 
  • Agiliza las gestiones a realizar cuando se producen impagos de cualquier tipo. 
  • Mejora notablemente la eficacia para resolver cuentas pendientes y dar solución a cobros pendientes de abono. 
  • Facilita el control de la cartera de facturas y, por ende, permite planificar de manera eficaz la tesorería empresarial. 

Como sucede en cualquier otra área dentro del sector financiero, no todo son beneficios. A la hora de plantearse una operación de este tipo las empresas/organizaciones han de plantearse tanto los pros… como los contras. 

Inconvenientes del Factoring

Estos son los principales aspectos negativos a tener en cuenta a la hora de plantearse una operación con una empresa de factoring. 

  • Alto coste financiero. Como es de imaginar, el negocio de las firmas que prestan este servicio está en gran medida en los intereses por cada operación. Es decir, las comisiones. 

Este suele variar tanto por la cantidad económica como por los plazos de vencimiento, si se contratan seguros, etc. En ocasiones podrían suponer el agotamiento final a una compañía si no se llega a un acuerdo con condiciones óptimas para ambas partes. 

  • Imagen que se da al cliente. Puede dañar la reputación de un negocio de cara a los potenciales compradores/usuarios de tus productos y/o servicios.

Este es otro de los inconvenientes del factoring. Llega a transmitirse que se está pasando por una situación financiera delicada. 

  • No está al alcance de cualquier sociedad. Las empresas de factoring valoran en profundidad con qué tipo de compañías va a colaborar, teniendo en cuenta la solvencia como aspecto principal. 
  • Inconvenientes para los clientes de la empresa contratante. Los prestatarios de esta herramienta de financiación podrían ver limitadas sus capacidades y posibilidad de negociar con la empresa de factoring tanto cantidades como plazos de pago, entre otros aspectos. 

Estos son, grosso modo, los principales contras de acceder a este tipo de instrumentos financieros y es importante conocer al detalle los puntos contractuales para valorar realmente lo que puede ayudar a la firma que contrata un servicio de factoring

Tipos de Factoring

Se dan diferentes tipos de factoring, con distintas condiciones y términos. Estas son las cuatro modalidades más conocidas tal y como recoge la Asociación Española de Factoring: 

  1. Factoring sin recurso: la entidad de factoring asume el riesgo de insolvencia de la empresa/persona deudora. 
  2. Factoring con recurso: el cliente responde de la solvencia del deudor.
  3. Factoring con notificación: cuando se cede el crédito y se informa al deudor de ello, que queda obligado a abonar la factura según los términos que se hayan establecido. 
  4. Factoring sin notificación: el deudor paga directamente al cedente, pues no se le notifica que se haya cedido la deuda. Este abona así el importe pendiente a la empresa. 

El factoring es un instrumento financiero que se ha ido generalizando con eficacia en el ámbito empresarial. Actualmente es una herramienta a tener muy en cuenta por todo tipo de corporaciones, de ahí que este se trate en formaciones tan especializadas como el Máster en Finanzas o el Máster Universitario en Dirección de Finanzas. Se trata de una práctica con gran trayectoria y reconocimiento y es importante que aquellos profesionales que quieran desarrollar su carrera en el mundo de la economía y la gestión de negocios estén al tanto de que es el factoring y qué implicaciones puede tener en la buena marcha de una compañía.