De la nieve de Montreal a la arena de Barcelona. Entrevista con Philippe Lemieux, estudiante de intercambio del BBA de Canadá

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De la nieve de Montreal a la arena de Barcelona

Entrevista con Philippe Lemieux, estudiante de intercambio del BBA de Canadá

5,895 km, el océano Atlántico y una barrera lingüística significativa separan Montreal y Barcelona. Pero nada de eso impidió que Philippe dejara su ciudad natal durante unos meses para experimentar la vida en la Ciudad Condal. Philippe, de 22 años y estudiante de Administración de Empresas en la Université du Quebec en Montreal, aprovechó el programa de intercambio que ofrecen EAE Barcelona y su universidad para pasar un semestre en el extranjero. Tuvimos la oportunidad de charlar con él sobre su experiencia, sobre Barcelona y sobre él mismo.

Aquí nuestra pregunta más importante y apremiante: ¿Por qué Barna? Habiendo visitado anteriormente Barcelona con su familia, Philippe admite que ya se había enamorado de la ciudad desde aquel entonces.

"Quería regresar. Tenía ganas de vivir en un lugar donde realmente pudiera sumergirme en la cultura, algo radicalmente diferente a América del Norte."

Supusimos que también estaba escapando del crudo clima de Montreal y ansioso por disfrutar de la tan necesaria calidez mediterránea.

¿Hay algo de verdadero en eso?

Si — En Canadá tenemos mucha nieve entre diciembre y marzo.”

Tenemos que admitir que cambiar la fría nieve de Montreal por la cálida arena dorada de Barcelona durante un semestre es una excelente elección. Antes de nuestra entrevista, nos enteramos de que Philippe es todo un entusiasta del deporte; disfruta jugando hockey, vóley, golf y, de vez en cuando, surfea. También le gusta ver deportes en su tiempo libre, por lo que Barcelona tenía sentido para Philippe, especialmente considerando la estrecha relación de la ciudad con el mundo del deporte.

¿Tenías alguna idea de qué esperar en cuanto a deportes?

"Esperaba ver mucho fútbol, algo que realmente no suelo hacer en Canadá. Y así fue. Durante mi semestre en Barcelona, vi la Liga de Campeones en varias ocasiones con mis amigos."

Philippe también tuvo la oportunidad de sumergirse en una de las actividades favoritas de los locales de Barcelona: jugar al vóley playa. Durante todo el año, las playas a lo largo de la costa de Barcelona se llenan de redes de vóley y grupos de personas de todas las edades y niveles que se reúnen para disfrutar del juego.

"¡Un lugar genial! La playa de Barceloneta — recuerda Philippe—.
Mis amigos y yo solíamos jugar al vóley playa por las tardes y noches. A veces, algunos locales se unían y jugaban con nosotros. Fue agradable pasar tiempo de calidad al aire libre sin preocuparse por la nieve."

Philippe no cruzó el océano Atlántico solo por el buen clima y los deportes; también quería aprender.

"Soy el tipo de persona que siempre se entrega al cien por ciento. Me considero un estudiante aplicado y una persona con grandes metas, que siempre busca dar lo mejor de sí. Soy extremadamente curioso y me gusta aprender, así que quería ir a algún lugar con una barrera idiomática para aprender el idioma. Solo hablo francés e inglés".

Eso resultó ser todo un desafío para Philippe durante su estancia en el extranjero. Recuerda una de sus historias favoritas o más especiales de Barcelona:

"Es algo gracioso. Durante mi primera semana en Barcelona, necesitaba comprar jabón para lavar la ropa. Pero como en ese momento no entendía ni hablaba español ni catalán, era difícil saber exactamente lo que estaba comprando. Tenía que guiarme por la apariencia del envase. Así que compré lo que creía que era jabón para la ropa y volví a mi apartamento. Lavé la ropa con lo que fuera ese producto, y terminó estropeando mi lavadora. Más tarde me di cuenta de que era un producto para coches — al parecer, no apto para lavadoras."

¿De qué otras maneras te viste teniendo que adaptar rápidamente?

"En términos generales, el estilo de vida es diferente. Por ejemplo, en Montreal cenamos entre las 6:00 y las 6:30 p.m. En Barcelona, solía cenar a las 8 o 9 p.m., lo cual es muy tarde para nosotros."

¿Qué fue lo que más te sorprendió una vez que ya estabas aquí?

"Me sorprendió lo relajada que es la gente en Barcelona. En América del Norte siempre van apurados. Además, me sorprendió la eficiencia del sistema de metro de Barcelona. Te lleva a cualquier lugar fácilmente."

What was your biggest learning experience?

It was the first time in my life that I was living alone, without my parents. I realized how many things you need to do. It was my first time doing my laundry, cooking my own food and cleaning my room. I realized how much work there is in just living on your own. At EAE, I studied Marketing; I learned a lot of things that I don’t think I would have ever learned in Montréal. Also, I really appreciated that some of our homework had to be done in teams, which I enjoyed. I think there’s a big learning experience in working with other people.”

¿Cuál fue la lección más grande que aprendiste?

"Era la primera vez en mi vida que vivía solo, sin mis padres. Me di cuenta de cuántas cosas hay que hacer. Fue mi primera vez lavando la ropa, cocinando mi propia comida y ordenando mi habitación. Me percaté de lo mucho que implica simplemente vivir por tu cuenta. En EAE, estudié Marketing y aprendí muchas cosas que no creo que hubiese podido aprender en Montreal. Además, me gustaba que algunas de nuestras tareas se hicieran en equipos. Creo que la experiencia de aprendizaje es increíble cuando trabajas con otras personas."

¿Qué más era distinto en tu vida en Norteamérica?

"La verdad es que me encantó la calidad de vida en Barcelona, especialmente el equilibrio entre la universidad y las actividades extracurriculares. Siento que en América del Norte estamos siempre muy ocupados con el trabajo y la escuela. Solemos centrarnos únicamente en eso. Pero en Barcelona, pude dedicar tiempo a otras áreas de mi vida, como compartir con amigos y disfrutar de la ciudad.

Durante mi estancia allí, sentí que estaba viviendo una vida diferente, con responsabilidades distintas. Por supuesto, el estudio y lo académico son esenciales, pero me gusta cómo EAE evalúa los cursos, motivándote a enfocarte en el trabajo en equipo. No todo se trata de grandes exámenes; también hay interacciones, participación, presentaciones orales y otras actividades curriculares."

¿Cuáles fueron algunas de tus cosas favoritas de la experiencia?

"Es difícil elegir, disfruté de muchas cosas durante mi tiempo en Barcelona. Conocí a un montón de personas geniales que hicieron que esta experiencia fuera fantástica. Espero volver a verlas algún día.
En EAE Barcelona, mi clase favorita fue Emprendimiento Global. Tuve un profesor increíble, José Luis Martín, que era muy accesible. Sentí que este profesor era diferente a los demás. Siempre estaba atento y disfrutábamos mucho aprendiendo en su clase. Su metodología y su manera de ver las cosas hicieron que mis amigos y yo disfrutáramos mucho aprendiendo de él."

¿Y lo que menos te gustó?

"No me gustaba cuando la gente llegaba tarde. Sé que es algo cultural en España, pero me afectaba. A veces yo llegaba a tiempo y las personas con las que quedaba se retrasaban 40 minutos."

¿Hay algún lugar que recomendarías a tus amigos que quieran visitar Barcelona?

"La Ovella Negra de Marina probablemente fue el mejor lugar. Era donde más solíamos pasar el rato con mis amigos. Iba allí al menos dos veces por semana. Más que nada veíamos partidos de fútbol. La cerveza era buena y el ambiente increíble. Incluso me llevé una camiseta de recuerdo."

Para terminar, ¿qué te llevas de esta experiencia de intercambio?

"Me llevo los recuerdos geniales que hice con estos amigos tan especiales y nuestras locas noches juntos. Además, tuve la oportunidad de viajar a Marruecos, Inglaterra, Francia y Portugal durante el tiempo que estuve allí. Fueron viajes increíbles y vi paisajes asombrosos."
Todo parece indicar que la experiencia de intercambio de Philippe en EAE Barcelona fue realmente transformadora. Desde adaptarse a una nueva cultura hasta aprender un nuevo idioma y hacer nuevos amigos, fue toda una oportunidad para crecer y aprender. Y parece que Philippe siempre guardará con cariño los recuerdos que creó durante su tiempo en Barcelona. Quién sabe, tal vez lo veamos de vuelta por aquí muy pronto.

Au revoir, Philippe!